13 Febbraio 2017 – SER
El Círculo de Bellas Artes inaugura ‘Francis Bacon. La cuestión del dibujo’ que muestra 50 dibujos del pintor irlandés
Dos personas observan algunas de las obras que componen la exposición ‘Francis Bacon. La cuestión del dibujo’. / Fernando Alvarado (EFE)
Que Francis Bacon no dibujó es una de las creencias más extendidas en torno a la figura del artista. Un mito que se desmontó tras su muerte en 1992. La prueba: esta exposición, Francis Bacon. La cuestión del dibujo, comisariada por Francisco Castro para el Círculo de Bellas Artes, en Madrid.
“Es la primera vez que podrán verse dibujos de Bacon en España. Durante décadas se pensaba que no dibujaba e incluso que no sabía dibujar. Pero hace 10 años se descubrieron estos dibujos, que se presentaron en Venecia, y nos revelan a un Bacon que dibujaba de una forma extraordinaria“, señala Castro. “Estos dibujos no nos revela a alguien que esté haciendo un boceto para hacer un cuadro, no tiene sentido que alguien haga un boceto de un metro y medio por uno; no es un esquema, no es un desarrollo de una obra, es una obra en sí misma“, añade.
La muestra esta constituída por 50 obras que forman parte de las 700 que el propio Bacon regaló a Cristiano Lovatelli Ravarino entre 1977 y 1992. Durante años la autenticidad de estos dibujos ha sido motivo de controversia. Finalmente, en 2004 un tribunal italiano los dio por buenos, “las obras ganaron la batalla”, afirma Castro. “Son dibujos que nos permiten acercarnos a un aspecto totalmente desconocido de Francis Bacon. Y nos revelan como Bacon mantuvo hasta el fin de sus días su obsesión por una serie de motivos, como el Papa Inocencio X de Velázquez, los retratos, las personas sentadas y las crucifixiones”, añade. Medio centenar de dibujos seleccionados para reflejar estos cuatro temas, cuatro obesiones de Bacon que redundan en el mismo objetivo: “Son piezas vibrantes de color, que tienen que ver con la preocupación continua de Bacon: dar cuenta de los dramas históricos de un sujeto como él que tuvo que vivir el desgarro de la II Guerra Mundial y, además, afrontar su condición sexual en un época en la que ser homosexual era ser un delicuente”, señala Castro.
Lovatelli, un periodista que fue pareja de Bacon durante años, fue uno de los pocos testigos de un sobrenombre que a Bacon le llegó a título póstumo y que aún es motivo de controversia a pesar de la exposición de lo corrobora: el de dibujante. Esta cuestión sobre el dibujo de Bacon permanecerá en la Sala Goya del Círculo de Bellas Artes hasta el próximo 21 de mayo.